Uribe le da la espalda al país (parte DCCCLXXXVIII)
No deja de ser extraña la decision del presidente-candidato Uribe de no querer asistir a los debates televisivos programados por el duopolio televisivo, y CNN. Por un lado, esa decision hace parte de la actitud desafiante que tanto ha marcado al entonces candidato en 2002 (por un lado, no quiso ir a la antigua zona de distension, y tampoco fue a los debates en las elecciones de 2002; no obstante, esa actitud puede rayar en la arrogancia.
No obstante, parece incoherente que el presidente que mas tiempo se la ha pasado en la pantalla chica no quiera aparecer más y, sin embargo, sí quiera aparecer en su cadena radial personal todo el tiempo y hablar en la radio comunitaria. Sin menospreciar al voto popular, darle la espalda al voto de opinion en un acto muy peligroso, porque, a pesar que ese voto no es decisorio, su capacidad como generadores de debate puede hacer no que se ponga en entredicho muchos puntos en sus encuestas (porque sus smigos las mandan a hacer a su medida), sino que le generen crisis por sus críticas, constructivas o no.
El hecho es que si Uribe no va al debate, no existiría la discusion que tanto necesita la ya frágil democracia colombiana, que ya está herida de muerte por la histeria personalista de estos cuatro años. Se daría una situación en la cual se presenta al Presidente como un todo, un dogma incuestionable, algo que es sumamente improcedente si Uribe quiere legitimar su popularidad. Si no quiere presentarse, entonces que le de la cara al voto de opinion y le diga de freente la poca importancia que éste le representa para él; así, se dará la controversia intelectual necesaria para siquiera asustar un poquito en primera vuelta al presidentecandidato.
No obstante, parece incoherente que el presidente que mas tiempo se la ha pasado en la pantalla chica no quiera aparecer más y, sin embargo, sí quiera aparecer en su cadena radial personal todo el tiempo y hablar en la radio comunitaria. Sin menospreciar al voto popular, darle la espalda al voto de opinion en un acto muy peligroso, porque, a pesar que ese voto no es decisorio, su capacidad como generadores de debate puede hacer no que se ponga en entredicho muchos puntos en sus encuestas (porque sus smigos las mandan a hacer a su medida), sino que le generen crisis por sus críticas, constructivas o no.
El hecho es que si Uribe no va al debate, no existiría la discusion que tanto necesita la ya frágil democracia colombiana, que ya está herida de muerte por la histeria personalista de estos cuatro años. Se daría una situación en la cual se presenta al Presidente como un todo, un dogma incuestionable, algo que es sumamente improcedente si Uribe quiere legitimar su popularidad. Si no quiere presentarse, entonces que le de la cara al voto de opinion y le diga de freente la poca importancia que éste le representa para él; así, se dará la controversia intelectual necesaria para siquiera asustar un poquito en primera vuelta al presidentecandidato.